Cuando pintábamos algo es su primer libro. Desde febrero de 1980 hasta abril de 2004 estuvo en el Congreso de los Diputados bajo la firme convicción de que el catalanismo político debía intervenir en los asuntos de Estado, desde dentro del gobierno o desde fuera, a los efectos de liderar su modernización e influir decisivamente en la europeización de España. Participó activamente en el despliegue de la Constitución y en la vertebración política de Cataluña. «No me arrepiento de haber declarado que me importaban más las personas que los debates identitarios. Sigo en mis trece», asegura.