Martí Font analiza para ED Libros la rivalidad entre ambas metrópolis: 200 de las 250 empresas más grandes de España están en Madrid
Las contradicciones de Barcelona han dejado camino libre a Madrid para que brille con luz propia. La entrada del nacionalismo en el poder y la falta de un liderazgo claro, desde Pascual Maragall, han apartado a la Ciudad Condal del cetro de poder cultural y social que tuvo durante los últimos años del siglo XX.
Por el contrario, Madrid se ha alzado con el título de capital del sur de Europa, compitiendo con metrópolis como París, Berlín, Sao Paulo o Miami.
Josep María Martí Font analiza la rivalidad entre Madrid y Barcelona para el sello editorial de Economía Digital, ED Libros, en el libro Barcelona-Madrid. Decadencia y Auge.
Pascual Maragall: “Madrid se ha marchado de España para competir en la liga mundial de ciudades”
De hecho, el autor se brinda de un artículo del último “gran alcalde de Barcelona” – en palabras de Martí Font-, Pascual Maragall, para ejemplificar la distancia que separa a ambas capitales.
En el artículo, escrito en 2001 y titulado Madrid se va, Maragall describía el crecimiento de Madrid: “La capital española se ha marchado del país para competir en la liga mundial de ciudades, junto a Sao Paulo, Buenos Aires o Miami”.
Madrid, puerta de entrada
Como resume la pieza de Maragall, Madrid ya se presenta como una supercapital. Martí Font explica el auge de la capital española, en parte, por la voluntad de los gobiernos de Aznar de romper con la estructura territorial heredada de la Transición.
Así, las políticas de privatización de empresas de los sectores clave de la economía española han permitido que Madrid gane músculo económico: de Repsol a Telefónica, pasando por Endesa, Indra o Iberia.
Gracias a esos movimientos, hoy en día, Madrid acumula 200 de las 250 grandes empresas españolas, adelantando a Barcelona como capital – ya era política- económica, social y cultural.
La actividad de estas compañías en Sudamérica, donde han acumulado grandes beneficios ha permitido, según Martí Font, que Madrid se haya convertido en la capital de entrada a Europa de las nuevas multilatinas: “El valor de las adquisiciones y fusiones de estas empresas alcanzó 49.000 millones de euros entre 2010 y 2015, de los cuales la mitad se contabilizaron en la península ibérica”.
El Ibex huye de Barcelona
Las contradicciones entre los diferentes agentes políticos, sociales y económicos en Barcelona han dado de bruces con el futuro de la ciudad. Así lo define Martí Font en el libro: “En 2016 mientras en Madrid ya había 80 sociedades que facturaban más de 1.000 millones de euros anuales, en Barcelona solo había 25 que superarán los 100 millones”.
Si el escenario ya no era alentador, el procés derivó en una fuga de capitales que se materializó en la huida de diez de esas veinticinco sociedades – y cuatro de las cinco más grandes-: “En 2017 se marcharon Caixabank a Valencia, Banc Sabadell a Alicante y otras ocho compañías a otros puntos del país”.
Asimismo, el tejido empresarial barcelonés se resintió en esos días. Martí Font da por buena la cifra de 2.501 empresas catalanas – el 80% pymes- que decidieron trasladar su sede social y que se marcharon dirección a Madrid.