Manuel Blanco Desar presentó en el programa de TV3 Els Matins su nuevo libro Una sociedad sin hijos
El programa magacín de la televisión autonómica catalana Els Matins entrevistó al economista Manuel Blanco Desar con motivo de la reciente publicación de su libro Una sociedad sin hijos (ED Libros), en la que retrata el drama demográfico de España.
Durante la entrevista, Blanco Desar presentó las conclusiones sobre la mutación demográfica que está sufriendo España: “vamos andando sonámbulos hacia un precipicio y, en vez de actuar, pedimos, como se dice popularmente, otra de gambas”.
De hecho, el economista denuncia la falta de planificación de España para mantener el estado del bienestar: “la solución para mantener el estado del bienestar pasa por producir nuevos recursos. En esta sociedad, la aversión a tener hijos es una verdad incómoda”.
Objetivo: mantener el estado del bienestar
Actualmente, según Bloomberg, España es el tercer mejor país en calidad asistencial sanitaria, sólo tras Hong Kong y Singapur. “Tener el tercer mejor sistema sanitario del mundo es un gran logro como país, pero para mantenerlo hay que saber cómo costearlo”.
“Para la supervivencia de un estado es necesario más inmigración y, a la vez, aumentar la cuota de autóctonos para garantizar la correcta adaptación de éstos al entorno. Debemos mantener fuertes las raíces que nos permitirán integrarles. Ante todo, sin nacimientos no hay nación”, añade Blanco Desar.
Asimismo, el autor de Una sociedad sin hijos niega que el camino sea el cierre de fronteras: «lo que sucede en Italia es un error garrafal, Europa no puede sobrevivir sin inmigración”.
Las posibles soluciones a la falta de fecundidad
Blanco Desar denunció en el programa de Lidia Heredia que siempre hay un mismo perdedor en el sistema: “la mujer es la gran damnificada de la maternidad. Hay que proponer medidas que alivien esta injusticia”.
De hecho, durante el libro, el economista gallego cita como una de las posibles soluciones cambiar el mecanismo para acceder al empleo público: “la maternidad debe sumar puntos en oposiciones y en elecciones a cargos públicos”.
El autor concluye: “si arreglamos la fecundidad algún día llegaremos a solucionar otros problemas como el sistema de pensiones, sino será imposible”.